viernes, 22 de octubre de 2010

despeinándonos


A la gente no le viene bien nada - si te aparecés un día con un corte de pelo muy “in” impecable, glamoroso, y prolijo… qué pueden decirte, qué es lo más probable?:
- Qué linda, mirá tú, ahora sí, quedaste bárbara, antes lo tenías demasiado salvaje, más bien desprolijo, digamos, alborotado, hacía tiempo que ya no se usaba así como lo tenías antes…
(Con lo cual, hacen gala las gentes de esa extraordinaria habilidad para convertir hasta un cumplido o piropo, algo favorable que tienen para decirte, en un comentario bien desagradable; que antes del corte eras un estropicio humano…)
Y hay quienes todavía pueden empeorar lo anterior. Son los que te dicen:
- Está divino. Pero, después, cuando te lo tengas que peinar tú misma… Ahí ya capaz no es tan fácil… Que tengas que ir a la peluquería cada vez que te vayas a peinar… Estos cortes no son para después poder acomodarse el pelo una misma… (púf, si nos habrá pasado escuchar estos comentarios tan constructivos).
:)

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